En memoria de mi padre: Jose Oscar Barrios

Jose Oscar Barrios de joven.

Lizzette Barrios-Gracián, Adviser

Mi padre, José Oscar Barrios, nació en la hermosa ciudad de Guadalajara, Jalisco, México un cinco de marzo.  Ese orgullo de charro lo llevó consigo hasta el día en que lo enterramos al son de México Lindo y Querido el 3 de marzo del 2010.

                                                                                         

Mi padre es la razón de mi amor a la música, la literatura, y la historia.  Crecí viendo a mi padre con un libro en la mano y escuchando mύsica de todo género tocando a todas horas.  Fue un hombre al que le apasionaban todos los temas.  Quería absorber al mundo a través de una pajita.  Su curiosidad era insaciable, y por eso es que a mí jamás se me hace suficiente entender la superficie de nuestra realidad.  Fueron sus ojos los que me enseñaron a trascender más allá de la simple vista.

 

La Sra. Barrios-Gracian con su padre Jose Oscar Barrios.

Soy un reflejo de Don Oscar, bromista, de voz recia y fácil de lágrimas.  Y todo lo que hago, lo hago para honrar su memoria con la esperanza de que aún después de la muerte logre merecer su orgullo.

 

Nuestro Gordo, como le decíamos de cariño, fue un padre y abuelo muy amoroso.  Su alegría mayor era bailar con sus nietos.  Los domingos solíamos reunirnos en esas mesas larguísimas que él compraba para que todos pudiéramos estar juntos en la mesa.  No se perdía ningún juego o presentación de sus nietos. Reía cuando ellos reían y también los acompañaba en el llanto.

Abuelo orgulloso, Don Jose Oscar Barrios, posa con todos sus nietos y esposa.

Te amo padre, eres el amor más grande, el más puro, y eterno.  El día que nos volvamos a encontrar será grandioso, pero mientras tanto mandanos tu bendición para que sigamos poniendo tu nombre en alto.