Los científicos revelaron en enero que los océanos han estado en temperaturas cálidas récord durante los últimos cuatro años. Luego, los climatólogos notaron que la temperatura global de la superficie del mar alcanzó un nuevo pico a mediados de marzo. Esta tendencia preocupa a los expertos sobre lo que les puede suceder, dado que las predicciones indican que El Niño comenzará a desarrollarse este verano, con efectos como calor extremo, peligrosos ciclones tropicales y una grave amenaza para los frágiles arrecifes de coral.

En el Océano Pacífico Tropical, El Niño es un fenómeno natural. Mientras que El Niño hace que las temperaturas sean más cálidas de lo normal, lo que afecta significativamente es la temperatura en todo el mundo. Es casi seguro que la transición a El Niño irá acompañado de un aumento de las temperaturas mundiales.

Incluso con el impacto de enfriamiento de La Niña, los últimos tres años han sido de los más cálidos registrados. Se desconoce la fuerza del próximo El Niño; algunos modelos indican que podría ser superfuerte, mientras que otros pronostican que será más moderado. Pero es evidente que El Niño traerá efectos severos para muchas partes del mundo cuando se combina con el calentamiento global causado por el hombre.

En los últimos meses, la lluvia y la nieve han inundado California. El Niño puede resultar en un empeoramiento de eso. Después de una nevada récord en la Sierra y lluvias torrenciales que empaparon el resto del estado, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) informó en marzo que California ya enfrenta posibles amenazas de inundación esta primavera. Es probable que El Niño provoque lluvias por más de lo normal en una gran parte del estado, lo que aumentará la probabilidad de inundaciones, deslizamientos de tierra y erosión costera, dijeron analistas a CNN.

“Mientras que La Niña es históricamente un ‘generador de sequía’ para los Estados Unidos continentales, El Niño es un ‘rompedor de sequía'”.