El 6 de febrero del 2023, había un tren en East Palestine, Ohio que cargaba químicos tóxicos se había descarillado. Cómo a las 4:40 p.m. se escuchó ruido y se vio una “gran columna de humo negra en el área”. Los vagones transportaban productos quimos peligrosos desde Madison, Illinois, a Conway y Pensilvania, se había cubierto el área con nubes de humo que lucían naranjas por ser iluminadas por las llamas.

El alcalde de East Palestine, Trent Conaway, había declarado el estado de emergencia avisando un “descarrilamiento de tren con materiales peligrosos”.  Este tren estaba transportando más de 100 vagones, en cuál 20 de ellos fueron clasificados de transporte de material peligroso, “incluidos los riesgos inflamables, combustibles o ambientales”. En controlar estos productos químicos, se podría durar de al menos una a tres horas, pero “aún no está claro cuando los residentes podrían regresar a sus hogares” comentó el gobernador de Ohio, Mike DeWine.

La gente que se encuentre en el área del descarrilamiento “podrían enfrentar un grave peligro de muerte” explico DeWine. En las otras áreas más cercanas, también podrían enfrentar quemaduras en la piel y daño pulmonar grave. Espantosamente, más de 500 residentes se negaban en abandonar la zona. El domingo, los alguaciles fueron de puerta a puerta “para contar el número de residentes restantes e instar a las personas dentro del área de evacuación a que se fueran”.

Los funcionarios que estaban en el área, advirtieron del peligro que “una falla catastrófica en un vagón cisterna” podría provocar una explosión “que podría lanzar metralla mortal tan lejos como una milla”. El gobernador explicó que iba a trabajar para asegurarse de evitar la explosión en el área y los residentes poder regresar a sus hogares.