El caso de Sandy Hook será siempre recordado. El 14 de diciembre de 2012, en la ciudad de Newtown, Connecticut, fueron asesinados 20 niños de primaria y seis adultos en un tiroteo en la escuela primaria Sandy Hook. Algunos familiares que fueron afectados por esta tragedia querían evitar que otras familias sufrieran como ellos sufrieron ese día. Y empezaron campañas para hacer un cambio. 

Después de muchos desafíos han alcanzado una meta que traerá un nuevo comienzo en cómo los Estados Unidos enfrenta tiroteos en las escuelas. Estas familias han sido muy organizadas durante los últimos 10 años y se han mantenido informadas. Comenzaron con su demanda contra el fabricante de armas del rifle estilo Bushmaster AR-15.

El tiroteo de Sandy Hook fue uno de los peores tiroteos en los Estados Unidos. Las víctimas y sus familiares finalmente han marcado una victoria para prevenir tiroteos. Fue una demostración de su fuerza y la resiliencia que han tenido durante los años.

 Las familias de las víctimas han llegado a un acuerdo de $73 millones con Remington Arms, ahora en quiebra, que fabrica el Bushmaster. La compañía fue demandada por promover armas peligrosas a personas inestables como Adam Lanza, el tirador de Sandy Hook. 

Este acuerdo tendrá un grave impacto para la industria de armas de fuego debido a que la demanda funcionó en torno a la ley federal que protege las armas. Esto demuestra una nueva conversación sobre el control de armas en los Estados Unidos, y gracias a esta demanda, las compañías que distribuyen estas armas ahora son parte de esta conversación.