“Alianza de Emigrados Jaralenses” reúne a cuarenta padres con sus hijos después de más de una década

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Melissa Herrera, Reporter

 

Después de más de una decada, 40 padres guanajuatense cumplen su mayor anhelo:  el sueño de ver a sus hijos y tomarlos en sus brazos de nuevo. Phoenix, Arizona y todos en el entorno fueron testigos del emotivo reencuentro.

Con lágrimas en los ojos y el corazón a flor de piel, cuarenta padres se reunieron con sus hijos después de más de una década sin verlos. Durante el transcurso de los años, padres e hijos se perdieron de eventos significantes como los cumpleaños, los días de las madres, las navidades. Sin embargo, aún más importante se perdieron del calor y el amor de familia. Durante el tiempo separados, estos padres nunca tuvieron la oportunidad de abrazar a sus hijos, a sus nietos, ni a sus bisnietos.

Sin embargo, el lunes, 24 de Septiembre del 2018 esto cambió. La organización Alianza de Emigrados Jaralenses pudo complir el sueño de los cuarenta padres de la tercera edad y el sueño de sus hijos. Alianza de Emigrados Jaralenses trabajó en conjunto con el programa Mineros de Plata de Guanajuato para obtener la documentación necesaria para que los cuarenta obtuvieran sus visas. Con éxito, los dos programas pudieron enviar a los 40 padres de Guanajuato, México hasta el Aeropuerto Internacional Phoenix Sky Harbor. Los guanajuatenses fueron recibidos en el aeropuerto con flores de color púrpura como un recuerdo del reencuentro especial. Fueron transferidos al salón, Tradiciones, Centro Cultural, donde sus hijos esperaban ansiosamente la llegada de sus padres.

En el salón, masajistas y una psicóloga preparaban a los de la tercera edad mentalmente y físicamente para el momento tan esperado. El presidente municipal de Jaral del Progreso y sus municipios, Ing. José Alberto Vargas Franco, voló desde México para entregar personalmente a su gente. El Ing. José Alberto Vargas estaba igual de emocionado que los padres. Nos dijo: “Ya tengo la piel chinita de esperar de que vengan a reunirse todas las familias. Aparte de que me regalaron la oportunidad de estar viendo esto, me encontré con muchos amigos que tenía mucho tiempo sin ver y estoy muy contento. Ya recibí a personas de la tercera edad que vienen de Jaral, que ya tienen el corazón a todo volumen para esperar a sus familias.”

También entrevistamos a Esther Ojeda Plaza, de 65 años. Le preguntamos qué sería lo primero que haría cuando viera a sus hijas. Ella nos dijo, “Abrazarlas, abrazarlas mucho, abrazarlas por los tantos años que no las he visto.” Esther Ojeda Plaza no había visto a sus dos hijas en 24 años.

Ya unidas, las familias disfrutaron de comida, mariachi y un espectáculo de danza folklórico. Las familias tendrán 30 días juntos para disfrutar antes de regresar a casa. Sin embargo, sus visas estarán vigentes por diez años y podrán regresar en un futuro cercano.

Este evento ha sido un encuentro emotivo e histórico. No solamente por el hecho de ver a familias unidas después de tantos años, sino porque vimos a una comunidad hispana unida. Personas de diversos lugares, orígenes, e historias aportaron para hacer este evento posible,  Como nos dijo Dora Zamora, “Mucha gente quiere aportar porque es una causa humana… esto no es político, es humano.”